"Una frase Millonaria"

"Una frase Millonaria"

lunes, 26 de abril de 2010

¿Todo vale?


Un bidón con “agua sucia”, un gol con la mano, descalificaciones racistas, golpes fuertes sin pelota, insultos ofensivos e hirientes y humillaciones apoyadas sobre recuerdos olvidados, son recursos en los que muchos futbolistas y entrenadores caen con tal de obtener la victoria. Pero, ¿todo vale?
Leandro Desábato, defensor aguerrido y ganador de este glorioso Estudiantes de La Plata, apeló a lo más bajo y patético que puede utilizar una persona para obtener tres puntos en un partido. Decidió atacar en lo más doloroso, lo más duro, lo más profundo e imborrable de la esencia de Ariel Arnaldo Ortega: su problema con el alcohol. Adicción complicada si las hay. En el medio del partido que jugaron el pasado fin de semana Estudiantes y River, acudió al término “borracho” (literalmente), entre otras barbaridades, para sacar de contexto y dejar enfurecido al máximo ídolo riverplatense de los últimos 15 años. Así no, Chavo. Ni vos ni Estudiantes necesitaban de eso para llevarse la victoria. Con sólo desplegar un poco del fútbol desarrollado en esta temporada les alcanzaba y sobraba para voltear a este endeble y tímido River. No todo es válido. A veces cuando uno ataca de esta manera debe tener en cuenta que detrás hay una familia, amigos y personas que copian estas acciones. Es muy fácil denigrar y humillar, pero es muy difícil salir de la posición que adoptaste. Por más, que tras el encuentro el jugador pincharata haya dado las explicaciones correspondientes sobre el tema, “olvidándose de los famosos códigos del fútbol”, ya era tarde porque el hecho estaba consumado. Al parecer el estadio de Quilmes revive lo peor del ser de este soberbio central. Como esa vez que decidió catalogar al excelente delantero brasileño Grafitte como un “macaco”, defendiendo los colores del mítico Quilmes . Triste. Igualmente esa vez Desábato pagó con una encarcelación. Esta vez logró quedar fuera de juego y preso (de sus palabras) en el ambiente del fútbol. Todo no vale.
Para otro momento queda la descalificadora patada de Ortega en el segundo tiempo o las constantes respuestas que este usó para defenderse de lo agraviante y grosero. Lo que queda claro acá es que esta vez el fútbol volvió a acudir a la barbarie. Porque aunque no lo crean es un deporte desplegado por “futbolistas”, no por lo que se vio en la cancha de Quilmes.

1 comentario:

  1. JoC (jose luis tobar)27 de abril de 2010, 17:55

    me parece q te salio el hincha de adentro aca...
    hay q ser profesional!
    jaja abrazo kabe!

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