"Una frase Millonaria"

"Una frase Millonaria"

jueves, 29 de marzo de 2012

Embajadores del Buen Pie


Se lleva en la sangre. El ADN riverplatense los hace distintos. La siguiente sección buscará mostrarle, a todos los hinchas de la Banda, ¿Qué es de la vida? de esos jugadores que supieron enarbolar, en lo más alto, la bandera de la institución.


"El salto del Tigre"

Explotan las redes. Mejor dicho se perforan. Su paso hacia la eternidad es arrollador. Radamel Falcao García Zárate, está considerado (libra por libra) como uno de los delanteros más letales de todo el fantástico planeta fútbol.

Sin embargo, su historia tuvo varios matices. No todas fueron luces encandilantes en su trayectoria. El desarraigo marcó una clara etapa en su ser. El Tigre de Santa Marta, Magdalena (Colombia), emigró desde muy joven con el sueño de cumplir su sueño de futbolista. Con tan sólo 13 años, debutó en un torneo oficial colombiano. Era tan sólo un “purrete”, cuando con tan sólo15 abriles, River Plate se hizo acreedor de su ficha. En inferiores se destacó de tal manera, que en el año 2005 Leonardo Astrada le daría minutos en una derrota por 2 a 1 contra Gimnasia de La Plata. Pero, Reinaldo Carlos Merlo, alias “Mostaza”, sería quien le daría la confianza necesaria para que explote. El ex volante central, posó sus ojos en él y lo mandó sin escalas de titular en un clásico picante ante Independiente. Con su capacidad goleadora y voraz, encandiló a todos. Fue un huracán, que anotó dos goles (para un global de 3 a 1) y posibilitó un triunfo muy necesitado ante el “Rojo” de Avellaneda. Su apetito no fue fácil de saciar y en tan sólo 11 partidos marcó siete veces. Una lesión ligamentaria, sería la primera traba de su carrera.

Su vuelta fue muy esperada. El público “Millonario” ya sabía lo que podía ofrecer Radamel. Tenían todas sus ilusiones depositadas en este joven delantero cafetero. Hay que remarcar, que durante su carrera, a su enorme capacidad goleadora, Falcao le agregó olfato en el área y sobre todo mucha garra, atributo que logró que el apodo de “Tigre” no se hiciera esperar. Durante su estadía en Núñez, les marcó goles a todos los equipos grandes, dejó un triplete para la historia ante Botafogo (Brasil), obtuvo un título y se destacó con una gran personalidad en un momento tan crítico, cómo fue el salir por primera vez en la historia último en un torneo organizado por la AFA. 45 goles en tan sólo 100 partidos, provocaron un salto, insostenible, a Europa a mediados del año 2009.

El multicampeón Porto (Portugal) lo cobijaría por tan sólo 5,5 millones de euros. Una ganga made in Aguilar, teniendo en cuenta el valor porque el que dos años después lo venderían. El país de Cristiano Ronaldo y Eusebio, lograría que Radamel madurara como un delantero Clase A. Sus goles valieron títulos: tres supercopas de Portugal, dos Copas portuguesas, una Liga Nacional y una UEFA Europa League. 72 goles en 87 presentaciones (incluyen el récord de 17 tantos en la Copa UEFA 2010/11) lo catapultarían a un grande español.

El Atlético de Madrid, posaba su mirada en él, en la clara búsqueda de reemplazar correctamente a su joya Sergio Agüero, que emigraría al Manchester City. Lejos de los flashes lusos, dónde fue la máxima figura del fútbol local por dos temporadas consecutivas, en España (dónde se desempeña actualmente desde mediados del año pasado) debe compartir cartel con cracks de la talla de Lionel Messi, Cristiano Ronaldo, Xavi Hernández, Gonzalo Higuaín o Kaká. Su performance, en el equipo “Colchonero”, es tan alta que ya los gigante europeos se obsesionan con él. 26 goles en 37 presentaciones, demuestran que su nivel futbolístico es ascendente y no una mera racha positiva.

Lo cierto, es que Radamel nunca se olvida de sus raíces y sueña con retirarse en un Monumental repleto y jugando en plenitud física. Un orgullo de la casa, que hace gala de sus dotes riverplatenses.

martes, 27 de marzo de 2012

Paladar Negro

TITULARES

Daniel Vega (6): Seguro volvió a mantener en cero su arco por quinta vez en el partido. La mancha: un centro cruzado que se le escapó en el área chica y trajo peligro para su defensa.

Luciano Vella (6): Mejoró su nivel con respecto al encuentro contra Deportivo Merlo, tuvo un cierre clave en defensa y fue salida constante por derecha..

Jonatan Maidana (6): Buen partido del central. Le costó afirmarse pero cuando lo hizo, fue el patrón de la defensa.

Ramiro Funes Mori (5): Leonel Altobelli lo volvió loco. Lo anticipó por abajo todo el partido. Impecable de arriba como de costumbre.

Juan Manuel Díaz (5): No fue su mejor tarde. Si bien siempre se ofreció como alternativa, no terminó bien, ninguna jugada de ataque.

Lucas Ocampos (4): Flojo encuentro del juvenil. No pudo desnivelar por su banda y casi no tuvo participación. Salió reemplazado en la segunda etapa.

Leonardo Ponzio (6): Preso del sistema, le costó hacer pie frente al mediocampo superpoblado de Gimnasia. Igualmente, se la bancó de la mejor manera. Trasladó mucho y pateó de afuera sin sentido. Además, recuperó muchas pelotas.

Carlos Sánchez (7): El mejor de River. Un motorcito que no se cansó de generar peligro. Gran centro a la cabeza de Trezeguet en el primer tiempo..

Alejandro Domínguez (5): Entra mucho en el juego sucio de los rivales. Cuando se dedica a jugar al “fútbol” marca la diferencia.

Fernando Cavenaghi (4): Muy malo lo del capitán. Inconexo con Trezeguet, se apuró en muchas jugadas y definió mal en otras. Sin embargo, es el mejor jugador del equipo y el goleador incuestionable.

David Trezeguet (6): El mejor en ofensiva. Definió mal un centro perfecto de Sánchez y metió un cabezazo bárbaro desde la medialuna del área que casi termina en gol. Rebotando y pivoteando es impecable..

CAMBIOS

Martín Aguirre (6,5): Sus ingresos revolucionan el equipo. Le sacaron el gol desde la línea. Pide pista…

Gabriel Funes Mori (5): Perdió más de lo que ganó en poco más de diez minutos en cancha.

Andrés Ríos (-): Su inceso fue casi inexplicable. No tuvo casi participación en el juego.

DT

Matías Almeyda (5):Esta vez el “Pelado” se equivocó. Por mantener el tridente ofensivo, le quitó seguridad y juego asociado al equipo. Después arriesgó, sin sentido, al juntar cuatro delanteros centro. Debió haberle hecho un lugar al “Keko” Villalba para que explote sus desbordes.

¿Goles son amores?



La semana pasada, el tema de charla “del café” era el poder de anotación del equipo de Almeyda. Muchas afirmaciones se hicieron eco en los medios de comunicación. Que River Plate era el equipo más goleador de todas las categorías del fútbol argentino (sigue con ese título). Qué después del 3 a 0 conseguido ante Deportivo Merlo todos veían un final feliz de temporada. El empate 0 a 0 ante Gimnasia, logró cambiar discursos como si los hubiese pronunciado un tal Borocotó. Ni tan mal ni tan bien. Ese es el nivel del Millo. Con muy poco en ofensiva, con escasa circulación de pelota, con David Trezeguet auto-abasteciéndose, logró generarle al menos seis chances claras de gol al equipo de Pedro Troglio. De no ser por la baja eficacia de la dupla atacante de “La Banda” y de la soberbia actuación de Monetti (portero del “Lobo”), sin dudas el conjunto de Núñez se hubiese llevado los tres puntos hacia el Monumental y hoy muchas voces estarían silenciadas, como si nada hubiese pasado.

Igualmente, no hay que hacer oídos sordos. “Cuando el río suena por al es”, solían decir nuestros antepasados. El forzado ingreso del tridente súper TOP de la B Nacional, hizo que Ezequiel Cirigliano oficiara de un lujoso calienta banco. Y quizás ese es el primer desajuste, bien marcado, con el que cuenta el once del “Pelado”. “Ciri”, es sin dudas la salida limpia del equipo, el primer pase y la habilitación entre líneas. Sin su cuota de fútbol se nota la diferencia. Leo Ponzio (cada vez juega mejor) tiene que trasladar mucho la pelota y en un medio súper ofensivo (con Carlos Sánchez y Lucas Ocampos), muchas veces queda en clara inferioridad numérica. Y, esa situación, conlleva a que los defensores pierdan consistencia en el fondo. Sin embargo, son todos errores que se pueden solucionar, teniendo en cuenta que River marcha segundo (a sólo tres unidades de Instituto), con doce encuentros por delante y con recambio de equipo grande. El pelado tiene tarea para el hogar, y como de costumbre, trabajará sin cesar en la semana para corregir los errores.

viernes, 23 de marzo de 2012

Embajadores del Buen Pie

Se lleva en la sangre. El ADN riverplatense los hace distintos. La siguiente sección buscará mostrarles, a todos los hinchas de la Banda, ¿Qué es de la vida? de esos jugadores que supieron enarbolar, en lo más alto, la bandera de la institución.

El Gran Capitán

Su historia, ya de por sí, es bastante particular. Oriundo de San Lorenzo, Santa Fé, Javier Mascherano fue un jugador emblemático en todas las categorías de inferiores que le tocó participar. “Masche”, tuvo su debut profesional en la selección antes que en el Millonario). Quizás una marca de lo que iba a ser su carrera.

Sparring de la Selección Mayor en el año 2002 (formó parte de todas las categorías juveniles), deslumbró al extraordinario Marcelo Bielsa y el 19 de junio de 2003, se puso la albi celeste en un amistoso ante Uruguay que finalizó 2 a 2. El motivo: la inauguración del estadio Único de La Plata. Un mes y medio después, Manuel Pellegrini no tuvo más remedio y le dio minutos con el Manto Sagrado, en una victoria por 2 a 1 sobre Nueva Chicago. Fueron poco más de dos años en un altísimo nivel. Su performance en River contó con dos títulos locales, una final de Copa Sudamericana y dos semifinales de Copa Libertadores. Un total de 72 partidos y un idilio interminable con la gente. Eran otros tiempos…

Se fue por 15 millones de dólares al Corinthians (Brasil) con su amigo Carlos Tévez. Jugó muy poco, se lesionó y les mostró su carácter a los brasileños. Igualmente, sería parte de un histórico campeón del “Brasileirao”. Un año y medio después, Inglaterra sería su destino. West Ham United, se hizo acreedor de sus servicios, en una operación conjunta con Tévez, en alrededor de 50 millones de euros. Tuvo un semestre de bajo nivel, jugó cinco partidos y en diciembre pidió un cambio. Parecía que el “Jefecito” no volvía a ser.

Y, en ese momento, apareció el Liverpool. Se hizo amo y señor del equipo. Supo compartir el mediocampo con figuras clase A como Xavi Alonso o Steven Gerrard. Disputó 153 partidos y llegó a una final de Champions League, en la que fue elegido como figura. Su estilo de juego llamó la atención de los grandes europeos, pero el destino le tenía deparada una sorpresa. Joseph Guardiola, entrenador del mejor equipo de la historia según mi parecer, quería verlo vestido de azulgrana. Se sentía identificado con su juego. “Masche”, después de un flojo Mundial 2010, se presentó en un vestuario plagado de figuras, comandadas por un tal Lionel Messi. Amigo del rosarino (se conocieron en la Mayor), su adaptación fue mucho más sencilla de lo esperada. En su primer temporada ganó casi todo lo que jugó: Liga española, Champions, Supercopa y Mundial de Clubes. Terminó jugando de titular indiscutido (ya suma 50 partidos en el Barca) y se adaptó a una nueva posición en cancha: defensor central, peleándole el puesto a dos cracks como Gerard Piqué y Carles Puyol. La actual temporada lo encuentra como habitual nombre en el Once y Pep lo considera irremplazable.

Esta fue la historia de un futbolista que superó adversidades y logró hacerse “Jefe” en todos lados.

lunes, 19 de marzo de 2012

Paladar Negro


TITULARES

Daniel Vega (6): Partido sin inconvenientes para el misionero. Respondió bien en algunas jugadas muy aisladas. Mantuvo en cero su valla por cuarta vez en el torneo sobre seis partidos disputados.

Luciano Vella (4): Flojo partido del experimentado lateral. No lanza bien ningún centro y falla en los cierres defensivos por su zona (Maximiliano Estévez y Ramiro López).

Jonatan Maidana (5): Se lo nota falto de confianza. Le costó afirmarse y luchar con el moreno Blanco, pero de todas maneras fue el mejor de la defensa.

Ramiro Funes Mori (5): Ganó todo de cabeza como de costumbre, pero le costó demasiado rechazar con al diestra. Su desempeño por momentos fue bajo.

Juan Manuel Díaz (5): A veces su presencia resulta intrascendente. Se cuidó de la quinta amarilla y estuvo muy atento en el juego aéreo.

Lucas Ocampos (6,5): Centro perfecto con su pierna izquierda –menos hábil- para el testazo limpio de Trezeguet (practicaron este movimiento toda la semana), ayudó en la marca y regaló algunos lujos.

Leonardo Ponzio (8,5): El mejor de la aboga por escándalo. Se fajó contra los tres volantes centrales rivales y ganó casi siempre. La perla: le sobró aire para asistir a Cavenaghi en el tercer gol, ya en el adicional.

Carlos Sánchez (6,5): Gran partido del volante. Exige siempre por la banda y proporciona ritmo vertiginoso en el ataque.

Alejandro Domínguez (4): De lo más flojo desde su vuelta a River. Impreciso, displicente y lento. Le costó afirmarse como enganche, pero desde la posición de doble cinco en la segunda etapa, asistió al capitán para su primer gol. Nada más, partido olvidable el del jugador más técnico del plantel.

Fernando Cavenaghi (8): Dos goles, uno de emboquillada con un perfecto movimiento de ballet. 17 goles en 24 partidos son la razón de su idolatría. El capitán es el alma del equipo y se siente. Cuando no convierte, asiste y cuando no asiste, se sacrifica por el equipo.

David Trezeguet (7,5): Golazo para destrabar el partido, exige siempre, pivotea mejor y no falla un pase. El francés es furor en River: marcó seis veces en cinco presentaciones.

CAMBIOS

Martín Aguirre (6,5): Su ingreso fue picante. Marcó, gambeteó y probó al arco en poco más de 20 minutos en cancha.

Gabriel Funes Mori (-): Tuvo una y no convirtió. Nada más.

Ezequiel Cirigliano (-): El volante entró para darle más circulación al juego. Cuando se enchufa, se nota.

DT

Matías Almeyda (6): Después del empate como visitante ante Defensa y Justicia, Matías tomó nota y pensó en alinear desde el arranque a su tridente ofensivo. Mal no le fue: un gol de Trezeguet y dos de Cavenaghi, y victoria cómoda pro 3 a 0 al difícil Deportivo Merlo. El sacrificado fue Cirigliano, pero al ser joven no molesta. Ponzio se hizo cargo del mediocampo y no sufrió gracias a su gran timming. La mala: la defensa sigue dando ventajas y a Vella le cuesta muchísimo tanto en ataque como en defensa.

domingo, 18 de marzo de 2012

"Fútbol HD"



Sin dudas, el Siglo XXI estará considerado como la era de las tecnologías. Dentro de este período dos aristas resaltan sobre las demás: la expansiva Internet y la imaginativa Televisión. Hace tan sólo unos años, una persona que quería observar un encuentro de fútbol por la “pantalla chica”, debía conformarse con los bajos pixeles y calidad tecnológica de los televisores argentinos. Desde hace tres años (al menos), cambió la concepción de estas miradas con la llegada de la Alta Definición (HD). River Plate no quiso quedar afuera de la modernidad y para su durísima incursión en la inédita B Nacional, trajo dos especialistas en el arte de definir: Fernando Cavenaghi (17 goles en 24 partidos) y David Trezeguet (5 en 6 encuentros).

Un lujo la delantera millonaria. Si a estos dos “players” se le suma el exquisito Alejandro Domínguez, River puede lucir orgulloso en cancha, su tridente ofensivo de primer nivel. A veces parece chico el concepto, pero al equipo de Matías Almeyda generalmente le alcanza para torcer los rumbos de los partidos con su fuerte ofensiva. Deportivo Merlo, dirigido por Néstor Ferraresi (hombre fuerte del ascenso) no pudo escaparle a la realidad. Planteó un partido inteligente, trabado en el mediocampo. Le tapó las bandas al once de Almeyda y no dejó volar al “Chori”. Y hasta por momentos llegó a complicar a la defensa local (cómo esa llegada clara por detrás de Luciano Vella, que Ramiro López remató muy desviado). Pero todo cambió a diez minutos de finalizar el primer tiempo. Lucas Ocampos, que hizo muy bien la tarea en la semana (practicó centros desde la izquierda) le puso la pelota en la cabeza a Trezeguet y éste con un testazo rompió el ángulo. El travesaño le dio una vida más y el francés, con ojos bien abiertos, respondió rápidamente y abrió el marcador de manera muy eficiente. Y ahí, en ese instante, se desmoronó definitivamente el conjunto de la zona oeste de Buenos Aires. Esa fue la llave que desactivó el fuerte cerrojo rival.

La segunda etapa encontró a una “Banda” más decidida y comprometida con el ataque. Con las líneas más juntas y con menos errores defensivos. Un pase preciso de Domínguez, provocó la gran ovación de la tarde: “Cavegol” picó en punta y desde la medialuna del área lo vio adelantado al arquero y se la pinchó sobre su humanidad. Golazo, una definición made in Fernando. Ese fue el final partido. Después sobró el tiempo para un toqueteo intrascendente, para el lucimiento de Leonardo Ponzio (ya no es descabellado decir que los refuerzos de Passarella en esta temporada, tienen un excelente nivel) y para el gol número diecisiete del capitán. Un robo en mitad de cancha del rosarino y habilitación para Cavenaghi, que a lo Romario, punteó la pelota y decretó el 3 a 0 final. Un resultado inobjetable, que fue más mérito de las individualidades que del juego colectivo.

domingo, 11 de marzo de 2012

Paladar Negro

TITULARES

Daniel Vega (4): El ex Chicago no sufrió un puntaje más bajo porque soy de los que creen que las personas pueden fallar en su trabajo, pero sinceramente fue pobrísimo lo de Daniel. Se equivocó gravemente en el primer gol, salió siempre mal y nunca dio seguridad. A su favor, tuvo un atajadón en un tiro libre en la segunda etapa.

Luciano Abecasis (5): Irregular lo del rosarino que tuvo altibajos en el primer tiempo. En el primer gol cedió dio el espacio para que Matías Díaz saque el centro desde el lateral (manual del defensor, sin culpas), pero perdió en algunas jugadas. Fue el sacrificado para que ingrese Trezeguet.

Jonatan Maidana (4): Pobre partido del ex Los Andes. Nunca dio seguridad, perdió siempre con Piriz Alves y se confundió seguido con la pelota en los pies... Germán Pezella se merece una chance.

Ramiro Funes Mori (4): No dio seguridad nunca (raro en él), metió sin querer un gol en contra (le rebotó en el hombro) y ganó muy poco de cabeza, salvo esa que casi mete en el final.

Juan Manuel Díaz (4): Impreciso y desconcertado. Se lo notó nervioso y le costó mucho ser esa salida clara de siempre.

Lucas Ocampos (6): De lo mejor de River. Un golazo por anticipación y definición posterior. Fue el único que generó peligro sin ser impreciso.

Ezequiel Cirigliano (4): El peor partido del juvenil con la camiseta del "Millo". Se lo notó muy perdido, nunca fue ese primer pase claro de siempre y salió reemplazado a poco de iniciado el ST, por Martín Aguirre.

Leonardo Ponzio (6): No tuvo el nivel de encuentros anteriores, pero siempre buscó ser rueda de auxilio. Perdió mucho más de lo que ganó pero dejó el alma.

Carlos Sánchez (5): Mal en la ejecución de ese mano a mano perdido en el PT. Excelente en el centro de gol a Trezeguet. Tuvo errores pero siempre exige.

Alejandro Domínguez (5,5): La pidió siempre. Le costó desnivelar pero dibujó varios pases gol. Intermitente pero no se escondió. La mala: se pelea mucho y se cruza hasta con los alcanzapelotas.

Fernando Cavenaghi (4): Uno de los peores encuentros del Capitán en River. Nunca pudo ganar de arriba, le costó desnivelar y desperdició un mano a mano increíble. No fue su tarde-noche.

CAMBIOS

David Trezeguet (9): Delantero clase mundial. En 19 minutos marcó dos goles. Lleva 4 en 5 partidos oficiales. Y la mala prensa dijo que llegaba a River porque estaba roto… Impresionante lo del francés.

Martín Aguirre (6): Buscó hacer su juego de siempre: tocar rápido y salir en busca del arco contrario. Le costó escapar a la presión del mediocampo de Defensa y Justicia, pero se puede decir que tuvo una aceptable actuación.

DT

Matías Almeyda (5): Ricardo Rodríguez le dio un curso acelerado de precisión y juego asociado. En el segundo tiempo arriesgó al poner a Trezeguet por un defensor y la apuesta le salió a medias: el francés marcó dos golazos de goleador, pero Defensa también anotó dos veces y llevó mucho peligro por el sector de Abecasis. Muy importante la audacia y las ganas de conseguir la cima del torneo.

Defensa sin Justicia

Una de las típicas frases futboleras por excelencia es, sin dudas: “los equipos se arman de abajo hacia arriba”. Al pasarla en limpio, esta expresión se refiere a una de las máximas del fútbol inexpugnables. Mantener el cero en el arco propio y a partir de ahí trabajar los partidos para ganarlos. Esa es una escuela clásica (que muchos conjuntos del fútbol argentino la exprimen al máximo), pero a esta altura, todos, deberían saber que Matías Almeyda cursó un posgrado acelerado en otro instituto…

El “Pelado”, se cansó de aclarar a los medios periodísticos, que su idea futbolística se basa en atacar constantemente el arco contrario, porque esa es la filosofía madre de River Plate. Hacer cambios ofensivos y tratar de evitar quedar mal parado en las contras (maldito problema del primer semestre) y en los ataques aéreos. Buscar incansablemente los errores del rival, presionar y llegar con superioridad numérica al área de enfrente… Bueno, todo esto falló en conjunto ante Defensa y Justicia en el Estadio Único de La Plata, proporcionándole a los espectadores un juego vibrante, emocionante y desordenado. Un 3 a 3 que quedará para siempre en la memoria de los de Florencio Varela y hará que muchos millonarios mediten y se pregunten ¿Por qué River no pudo llegar a la cima del torneo cuando (otra vez) se le presentaron todas las posibilidades?

Las respuestas son claras, si uno se basa meramente en los datos estadísticos. Lo fáctico casi siempre les da la razón a los escépticos. El once de Almeyda nunca pudo vencer en este certamen a un conjunto que se encontrara de mitad de tabla para arriba. ¿Nervios, ansiedad o timidez? Lo cierto es que otra vez se dejó pasar una chance inmejorable (Instituto había caído goleado en Paraná ante Patronato y Quilmes había igualado como visitante con Deportivo Merlo) y el Millo no pudo contra sus propios fantasmas. Tuvo un arranque arrollador con un golazo de Lucas Ocampos (ya lleva seis) tras un error rival. Pero de a poco fue perdiendo la pelota en el mediocampo (flojísimo partido de Ezequiel Cirigliano) y Matías Díaz clavó un gol de esos que se ven en el “No Top Ten” de un noticiero deportivo conocido: flojísima respuesta de Daniel Vega ante un centro venenoso que se coló al segundo palo. A partir de ese momento, el Millo parecía ser dos equipos bien distintos, Doctor Jekill y Mister Hyde. Uno cuando atacaba; otro cuando defendía. El primer tiempo finalizó con más dudas que certezas. En la segunda etapa, Almeyda mandaba a David Trezeguet al campo de juego…

Y el francés fiel a su nivel demostrado partido a partido no desentonó: marcó dos golazos importantísimos en tan sólo 19 minutos. El primero para darle ventaja al Millo, apenas comenzado el segundo tiempo. El segundo como un electro shock salvador y decretar el empate final. Pero, ante el “Halcón de Varela”, fue un encuentro en el que se alinearon todos los planetas: floja actuación de los centrales, de la dupla de medios y de Fernando Cavenaghi. Ni hablar de Vega, que cada vez ataja peor. Demasiado resultado, para tan pobre presentación. Por eso, el empate terminó siendo una victoria por más que hiera el orgullo riverplatense. Se le descontó una unidad al puntero Instituto y se mantuvo el invicto ante el lote de equipos que pelean por un ascenso. Ante Merlo, la próxima fecha en el estadio de Vélez Sarsfield, se deberá dar una verdadera muestra de carácter.

jueves, 8 de marzo de 2012

Paladar Negro

Leandro Chichizola (6): Tuvo un arranque de partido algo inseguro (blooper con Pezella) pero se acomodó y tuvo una gran tapada al final del mismo.

Luciano Vella (5): Se cansó de ir y venir por el carril derecho, pero a veces marca mal y tiene errores en el traslado de la pelota.

Germán Pezella (6): Correcto partido del central. Seguro, siempre sobrio, tuvo un desliz: fue amonestado por un foul inocente y jugó gran parte del encuentro condicionado.

Leandro González Pirez (6): Se lo nota muy cómodo con su amigo bahiense, con el que comparte la zaga en defensa desde hace 6 años. Impecable en el juego aéreo.

Juan Manuel Díaz (6): Sobrio, sereno y sin sobresaltos. El uruguayo conoce el puesto y no desentona casi nunca.

Martín Aguirre (8): La figura del partido por fútbol y dinámica. Marcó un golazo y logró que todos jugaran. Bien por el “Gula” que volvió al nivel del semestre pasado.

Nicolás Domingo (6): Fue capitán, corrió, metió y hasta intentó jugar. Redondito lo del juvenil-veterano.

Cristian Ledesma (5): Algo lento, pero muy preciso en el pase corto. Le faltó profundidad y un poco más de constancia en le quite.

Daniel Villalba (8): Distinto lo del correntino. Usó la diez y no le pesó para nada. Habilidoso y encarador jugó un gran partido. Los volvió locos a todos los rivales.

Rogelio Funes Mori (7): Parece mucho más tranquilo el mellizo. Sereno, tiene olor a gran proyecto. Volvió a anotar un gol y fue muy desequilibrante.

David Trezeguet (6): Impecable en el circuito ofensivo, sólo le faltó marcar su gol. Se fue molesto por no haberlo hecho, ya que el gol lo obsesiona. Es un delantero tremendo, que muestra un repertorio completo en ofensiva.

SUPLENTES

Andrés Ríos (5): Se asoció, pero le costó acercarse al arco rival.

César González (5): Se movió por izquierda, pero tuvo poca participación en cancha.

Juan Cazares (-): Unos minutos y una ovación de los hinchas para el moreno, por el cuál se tienen grandes ilusiones.

DT

Matías Almeyda (6): El “Pelado” se la jugó con un equipo muletto ante un rival desconocido, y no desentonó. La fórmula 4-4-2 le encanta y lo hace sentir tranquilo. Le dio rodaje a Martín Aguirre y recuperó a Rogelio Funes Mori y Daniel Villalba. Falta mucho, pero Matías va por muy buen camino.

miércoles, 7 de marzo de 2012

"No alcanzan las montañas..."



“No alcanzan las tribunas, no alcanzan las entradas”, se regocijan ante la mala actualidad riverplatense, los hinchas millonarios que hacen culto a la pasión. Frase envidiada por muchos, que el pasado martes en Catamarca llegó a su máxima expresión: un estadio repleto que contó con el condimento extra, de que sin lugar dentro de la cancha, un centenar de hinchas decidió copar el cerro que se encuentra detrás de una de las cabeceras y así utilizar la platea más natural del mundo, para vivir un cómodo triunfo por 2 a 0 de “La Banda”.

En el medio de tanto color y amor por la camiseta, existió un partido, muy disputado, entre habituales suplentes del “Millo” y un digno representante del Torneo Argentino A: Sportivo Belgrano de San Francisco Córdoba. Todo esto, en el marco de los 16ª de final de la flamante y federal Copa Argentina.

El team muletto de Matías Almeyda tuvo un arranque de partido voraz. Le presentó credenciales de inmediato al conjunto cordobés al contar con dos arremetidas de David Trezeguet, que de no ser por las grandes intervenciones de Barucco (arquero rival) el encuentro podría haber tenido un trámite mucho más sencillo a minutos de comenzar.

Con el correr de los minutos el equipo de Daniel Primo fue ganando en confianza en su juego y comenzó a disputarle el mediocampo, sin ningún temor, a Nicolás Domingo y Cristian Ledesma, que llegaban con poco rodaje en esta temporada. El primer tiempo llegó a su fin, y dejó al “Pelado” con más dudas que certezas a pesar de haber sido un partido de esos que parecen ganables en todo momento.

Ya en la segunda etapa se acentuaron las diferencias entre los planteles y, ahí, Martín Aguirre (habitual titular en el primer semestre) acrecentó su figura hasta marcar un golazo de volea desde la medialuna del área. A partir de ese momento, el encuentro se destrabó y tanto Daniel “Keko” Villalba como el “Gula” Aguirre marcaron distancias e hicieron pesar su juego hasta marcar el segundo tanto de River Plate. Este, fue una obra magistral “made in” Rogelio Funes Mori: gambeta con caño incluido en mitad de cancha. Diagonal furiosa hacia el arco y bombazo al primer palo del arquero. Antes y después de esa jugada clave, el francés malogró, al menos, unas cinco chances claras de gol. Igualmente, el ex Juventus, es el manual vivo de cómo tiene que jugar un delantero centro. Si Funes Mori aprovecha al maestro, en junio podremos hablar de otro tipo de atacante.

En tanto, Almeyda arriesgó mucho (por más que el rival sea menor, un equipo grande tiene demasiado que perder en caso de caer derrotado) y sacó grandes conclusiones: la seguridad de Germán Pezella y Leandro González Pirez, el nivel de Aguirre, la recuperación de Daniel Villalba como una opción creativa y la dupla delantera suplente que se complementa de la mejor manera. Ahora se viene Defensa y Justicia por la B Nacional, pero el “Pelado” puede sentirse tranquilo por su racha virtuosa en partidos oficiales del 2012.

lunes, 5 de marzo de 2012

Paladar negro






Daniel Vega (6): Buena actuación la del arquero. Se mostró seguro en la mayoría de las jugadas, salvo en algunos centros venenosos.

Luciano Abecasis (6): Correcto partido del lateral. Sigue manteniendo el nivel mostrado fechas anteriores. Salida limpia por la derecha.

Germán Pezella (7): El mejor de la defensa juvenil. En su primer partido como titular en el certamen confirmó todo lo que se dice de él: buen juego aéreo, salida limpia y mucha presencia. Enorme futuro el del bahiense.

Ramiro Funes Mori (7): Gran performance del mellizo. Excelente en la zaga central e impecable cuando suplantó a Arano en el lateral izquierdo.

Carlos Arano (-): Venía alternando errores con aciertos, hasta que se rompió los ligamentos de una rodilla. Estaría entre dos o tres meses de baja. Lo operan este jueves. ¡Suerte Chiche!

Lucas Ocampos (6,5): Un tractor pura sangre que demuestra partido a partido porque los grandes equipos de Europa se mueren por él. Lujoso y potente, pero a veces falto de resolución.

Ezequiel Cirigliano (5,5): Mucho despliegue en el mediocampo, se fajó y ganó más de lo que perdió. El déficit: regaló algunas pelotas. Salió reemplazado por David Trezeguet.

Leonardo Ponzio (7,5): Otra vez la figura de la cancha. Un relojito que juega sobrio, distribuye, marca. Gran nivel del rosarino, que hace que “Ciri” crezca sin grandes responsabilidades.

Carlos Sánchez (4): El punto más bajo del equipo. Estuvo impreciso y le faltó su característica explosión.

Alejandro Domínguez (7,5): Lo chicanearon en la previa y no se escondió. Es el autor intelectual del circuito ofensivo del equipo. Tuvo en su poder 3 ¡uuuhhh! que hicieron atragantar a la hinchada. La mala: entra seguido en el juego dialéctico de los rivales.

Fernando Cavenaghi (5,5): Corrió mucho, se asoció en ofensiva y no se equivocó casi nunca con la pelota en los pies, pero desperdició una clara chance de gol.

CAMBIOS

David Trezeguet (5,5): Un animal del área. Cada pelota que merodea por donde esta él, la envía sin escalas al arco rival. Le soplaron el gol del triunfo por muy poquito. Si River se decide a jugar para él cuando está en cancha, va a encontrar grandes soluciones ofensivas.

Gonzalez Pirez (6): Ingresó por le lesionado Arano y completó una inédita defensa Sub-21. No se achicó ni amedrentó en ningún momento y controló a los delanteros rivales. A veces abusó del pelotazo.

DT

Matías Almeyda (7): Tomó muchas decisiones acertadas esta vez. Bien eligiendo a Pezella (a pesar de no tener rodaje) para reemplazar a Maidana. Mejor al poner a González Pirez por Arano, en vez del experimentado Luciano Vella. Arriesgó al sacar a Cirigliano y casi consigue el triunfo. Su equipe busca llegar al gol por varios caminos. Mal expulsado (fue a defender a su jugador ante las agresiones rivales) y cada vez se lo nota más maduro en la lectura de los partidos.

domingo, 4 de marzo de 2012

"The Wall"


Se habló mucho en la previa. Demasiado. Se consideró que este River-Quilmes era una final anticipada. Demasiado para la fecha número 23 de un campeonato “tan largo”. Pero la realidad marcaba que se enfrentaban dos de los cuatro mejores equipos del certamen. El elenco del sur venía entonadísimo con 5 triunfos en hilera y una ametralladora de goles a favor. “La Banda” con un andar cada vez más aceitado. Con goleadas y tres triunfos seguidos. El puntero y el segundo y, a esto, agréguenle la previa con el showman Caruso Lombardi y la estrepitosa AFA (decidió a días del encuentro que se juegue un viernes en horario de vuelta a casa y a último momento dictaminó que Jonathan Maidana no sea de la partida por el famoso artículo 225). Un plato sabroso e imperdible para degustar.

En vísperas de la serie de shows del gran Roger Waters, se podría decir que el entrenador de la barba candado se inspiró en Pink Floyd y dibujó un verdadero “muro defensivo”. Extraño quizás, pero si se analiza fríamente no tanto. El conjunto de Aníbal Fernández llegaba al Monumental con un andar arrasador pero el respeto por el manto sagrado y la historia no se pierden fácilmente. Caruso prefirió sacar un delantero, sumar un volante y tejer una maraña defensiva que le permitiera mantener ese cero bendito en su arco y llevarse a la zona sur del Gran Buenos Aires, un punto valioso para su estrategia de campaña. El 0 a 0 clavado con el que finalizó el partido, dejó que el audaz Instituto (tras derrotar por 3 a 0 a Rosario Central en el Mario Alberto Kempes, el sábado) quedará como único puntero de la B Nacional.

Igualmente, el resultado no marca la tendencia del encuentro. Por más que parezca este no fue un 0 a 0 aburrido. Contó con muchísimas emociones y hay que destacar que River Plate intentó de todas maneras. Tuvo al excéntrico Alejandro Domínguez manejando la batuta de la mejor manera. Contó con un montón de ocasiones de gol que, por aciertos de Emanuel Trípodi (arquero visitante) y falencias de los delanteros del Millo en las definiciones, no pudieron besar la red. Tres disparos del Chori (uno rozó el ángulo), una volea de Leonardo Ponzio que explotó el palo derecho y dos mano a mano errados increíblemente (uno de Fernando Cavenaghi y otro de David Trezeguet) fueron las jugadas más peligrosas con las que contó el equipo del Pelado para intentar vulnerar al Cervecero. El elenco de Matías Almeyda buscó por todos lados, pero no pudo romper “The Wall” que había diseñado el team visitante para este encuentro tan importante.

Un párrafo aparte merece la actuación del eléctrico e inefable árbitro Pablo Lunatti. Una actuación para el olvido, que contó con expulsiones a los técnicos y un siga siga tremendo ante un penalazo hecho a Alejandro Domínguez. La vehemencia con la que el arbitraje dirige al “Millonario” debería ser considerada por la dirigencia y tomar cartas en el asunto. Nadie quiere que se vuelva a repetir lo de Pezzota y Loustau en la fatídica temporada del descenso.