“Un campeón del mundo en Casanova”, se deleitan jocosamente en estos días muchos matanceros, ante la posible presencia de David Trezeguet el próximo 4/2, en la reanudación de la Primera B Nacional. Ese sábado, Almirante Brown recibirá a River Plate en su cancha y no fuera de ella como se preveía el año pasado, y por ende, esta situación causa una revolución en el oeste de la Provincia de Buenos Aires.
Puede parecer extraño, hasta irreal, pero es cierto. Hay que abrir y cerrar los ojos. El ex goleador y compañero de ataque de Thierry Henry, pondrá en juego todos sus pergaminos logrados en 17 años de carrera, y se calzará la banda que le cruza el alma. Porque, más allá de todo lo futbolístico, esta es sin duda una apuesta de corazón. Un mimo que el franco-argentino se quiso dar, para coronar una carrera espléndida, que contiene títulos locales a nivel clubes (sea en Mónaco o “La Vechia Signora”) y un Mundial y una Eurocopa a nivel selecciones. Un palmarés impresionante que se completa con 268 goles en 519 partidos (un promedio de 0.52).
Sin dudas, Trezeguet es uno de los jugadores más importantes que ha pisado Núñez en los últimos años. Porque, por más que muchos cracks hayan surgido del club en la pasada década y glorias “noventosas” hayan tenido el placer de retirarse en “La Banda”, ninguno logra tener la dimensión del fantástico delantero galo. Igualmente, todos los datos arrojados no son alentadores. El último semestre casi no tuvo competencia por distintas lesiones y problemas extra futbolísticos en el Baniyas SC (Emiratos Arabes Unidos). Además, David venía de descender con el Hércules (España) en la temporada 2010-2011, a pesar de haber marcado 12 tantos en 30 encuentros disputados.
En la presentación oficial, que hizo el club, el francés se encargó de desmentir los rumores sobre su mal estado físico. “Me estoy sintiendo muy bien. Tratando de hacer todos los trabajos que me dice el profe (Alejandro Kohan) con muchas ganas y esfuerzo. El hecho de estar bien mentalmente, con ganas de aportar mucho al grupo, hace que las piernas también respondan bien”, aplastó y silenció los rumores malintencionados por parte de la prensa opositora. Y cerró: “Jugar en River era un objetivo muy grande en mi carrera. Podría ser una culminación importante. Soy hincha de River y me gustan los desafíos. El objetivo único es el de subir a primera lo más rápido posible". Confiable, sereno y enchufado se lo nota al portador de la casaca número 17. La fe de Jesús (Almeyda) y de todos los hinchas esta depositada en él, por eso sólo queda esperar sentir el aroma francés y no el del fracaso.
Maximiliano, quisiera sugerirte que cambies la fuente que estás utilizando para escribir el cuerpo del post. Realmente es algo complicado leer con tanto firulete y le resta seriedad al cuerpo de la entrada. Te lo digo con la mejor onda. Mucha suerte y saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario y por tomarte el tiempo de pasar por mi blog! Más allá de lo mencionado, espero que el contenido te haya gustado! Saludos
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