"Una frase Millonaria"

"Una frase Millonaria"

viernes, 13 de abril de 2012

"Aire"



Tan necesario como el aire para respirar. Matías Almeyda y compañía, respiraron profundo y gritaron de manera ostentosa ese gol del “Kekito” Villalba que les otorgaba ese pasaje a los cuartos de final de la Copa Argentina. Era el 2 a 0 (finalizó 2 a 1), ante un Quilmes aguerrido que en los últimos meses se convirtió en cuco. Porque acá no importan las categorías y mucho menos el status del certamen. River debía estar en cuartos de final, como premisa básica. Con titulares o suplentes. Siempre fue “el objetivo oculto”. De la gente, del plantel y del cuerpo técnico. Ni hablar de los dirigentes que ya ni saben donde esconder su cabeza. Porque si bien todos los cañones apuntan a ascender a Primera (no se soportaría un año más en al B Nacional), el orgullo siempre está. La bandera del más grande del país hay izarla todos los días. Y así fue.

El Pelado, diseñó un plan anti-cerveza con mayoría de ex titulares y juveniles. Pero le sumó a Trezeguet. El señor de los goles. Ese que no te falla nunca. Ya son 8 tantos en 11 partidos, con la particularidad de que sólo jugó seis como titular. Números asombrosos, pero increíbles. El francés es un delantero de elite. Casi perfecto para este maltrecho fútbol argentino. Juega a un toque, dibuja diagonales y empuja pelotas debajo de la red. Como el primer gol ante Quilmes, que tras un desborde de Rogelio Funes Mori (cada vez juega mejor, lejos de los flashes) y centro atrás, apareció para marcar el tanto que abriría el partido y así abrazar a todos: compañeros, cuerpo técnico e hinchas, que ya ni se atreven a discutir su estado físico.

Asimismo, todo no fue color de rosas. Costó y mucho. El “Lobo” Ledesma parece un jefe de la manada, pero por lo añejo simplemente. Su nivel futbolístico no tiene nada que ver con ese que supimos añorar. Domingo es un buen chico que cada vez que se pone la cinta de capitán, juega como si fuera la última vez, pero hinchas somos muchos y no por eso estamos en la primera de River. Luego hay muchos juveniles con nivel aceptable (léase Chichizola de gran partido, Pezella impecable hasta el final, Abecasis tractor por la banda derecha y los mellizos Funes Mori), pero casi ninguno sale de la media. Salvo uno: Daniel Villalba. El “Keko” es revolución en estado puro. Sus patas cortas son indescifrables. Y como la ley del leñador, “entre más altos caen mejor”, deshace defensas NBA. Sino, pregúntenles a Joel Carli y a Sebastián Martínez, centrales del “Cervecero”, que ni siquiera llegaron a anotarle la patente. Excelente nivel del enano, que ya no resiste banco. Almeyda deberá buscarle el espacio o darle muchos más minutos, ya que es un desperdicio de calidad sentado en una silla.

Aire fue el que se obtuvo en San Juan, provincia que nos recibió de la mejor manera muchas veces. Aire es el que necesita el equipo para enfrentar esta etapa decisiva. El primer paso está dado, ahora sólo falta empezar a caminar de la mejor manera.

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